Proceso tradicional de Arroz Ciudad de Sueca

En arroz ciudad de sueca, trabajamos para conseguir una trazabilidad completa del producto y así poder garantizar la pureza de cada una de nuestras variedades. Para ello, desde el momento que compramos las semillas certificadas, pasando por todas las etapas del proceso tradicional del cultivo del arroz: sembrado, escardado, recolección, secado, almacenaje y envasado, ejercemos un control minucioso del proceso.

Nuestro proceso tradicional del cultivo del arroz está dividido en varias etapas:

La primera fase del proceso, el sembrado

Siembra. Proceso tradicional de Arroz Ciudad de Sueca

Siembra. Proceso tradicional de Arroz Ciudad de Sueca

Se realiza durante el mes de mayo. Para esta fase, utilizamos únicamente las semillas de mayor calidad, certificadas por organismos competentes. Poseemos sembradora propia, que se limpia meticulosamente para mantener la pureza de cada variedad.

La segunda fase, el escardado

Escardado. Proceso tradicional de Arroz Ciudad de Sueca

Escardado. Proceso tradicional de Arroz Ciudad de Sueca

Comprende desde finales de mayo hasta el momento de la cosecha en el mes de septiembre. Durante el escardado, se separan de forma manual aquellas plantas que no mantienen la uniformidad del campo. Realizar este proceso de forma artesanal permite mantener el campo libre de malas hierbas sin utilizar productos químicos que podrían dañar nuestro arroz.

La tercera fase, la cosecha

Cosecha. Proceso tradicional de Arroz Ciudad de Sueca

Cosecha. Proceso tradicional de Arroz Ciudad de Sueca

Se realiza durante el mes de septiembre. También poseemos una cosechadora propia, que nos permite cosechar cada parcela en su momento idóneo. Esta cosechadora se limpia cada vez que cambiamos de variedad y así logramos mantener la pureza de nuestro producto.

Secado al sol. Proceso tradicional de Arroz Ciudad de Sueca

Secado al sol. Proceso tradicional de Arroz Ciudad de Sueca

Tras la cosecha, el arroz es conducido a un secadero, donde reposa entre 2 o 3 días y es secado de forma artesanal al sol. Además, para garantizar la pureza de cada una de nuestras variedades, el secadero se limpia escrupulosamente cada vez que cambiamos de género.

Una vez concluido el proceso de secado, se almacena cada variedad de forma independiente. Poseemos 4 graneros de distintos tamaños y 4 silos pequeños con una capacidad de 8.000 kg. Estas instalaciones están acondicionadas para tratar de la mejor forma posible cada tipo de arroz, manteniendo la temperatura idónea de cada variedad mediante inyectores de aire frío.

La molienda, se realiza en nuestro pequeño molino artesanal. en este molino trabajamos cada variedad de forma independiente, manteniendo rigurosos protocolos de higiene y limpieza para evitar la contaminación y garantizar la pureza de cada uno de nuestros arroces.

Por último, se realiza un envasado del arroz al vacío. De este modo, se consigue conservar las propiedades organolépticas del arroz sin emplear productos químicos que podrían dañar nuestro producto.

Conscientes de la conservación del ecosistema vemos que el futuro de nuestros cultivos pasa por minimizar el empleo de abonos y productos fitosanitarios. Para llegar a este horizonte, desde 2015 pasamos a reducir el aporte de abonos minerales y pasamos a ir introduciendo en nuestros cultivos el empleo de algas y extractos de algas y aminoácidos. también empezamos a ir aplicando fungicidas sin componentes tóxico, sólo naturales. afortunadamente, cada vez disponemos de más productos con resultados satisfactorios.

Al aplicar el primer tratamiento de microalgas o extracto de algas desde los 25 días de siembra logramos hacer la planta más fuerte de cara a ataques de hongos y aumentamos la calidad del grano al tener una alimentación equilibrada. Aumentando notablemente el peso específico (haciendo el grano más grueso) y de este modo contribuimos a cuidar las algas subterráneas y el medio ambiente.

15 días después de la siembra empezamos a escardar, quitando las malas hierbas, y así hasta el momento de la cosecha. Con esto conseguimos tener los campos libres de fuertes infecciones de malas hierbas evitando hacer tratamientos químicos.